Reseña: A touch of ruin - Scarlett St. Clair

Título: A touch of ruin - Libro 2 serie Hades y Perséfone

Autor: Scarlett St. Clair

Nº de páginas: 364 en versión kindle

Año de publicación: 2020

Después de leer A touch of darkness (podéis leer la reseña aquí) empecé con muchas ganas esta segunda parte y… no ha terminado de engancharme del todo, sobre todos los primeros capítulos.

Al igual que el primer libro, está escrito en pasado, sin prólogo ni epílogo, en tercera persona desde el punto de vista de Perséfone y con un lenguaje relativamente sencillo aunque esté en inglés.

A touch of ruin comienza cuando la relación de Perséfone con Hades se hace pública y la tormenta mediática resultante amenaza la vida normal que Perséfone tanto se ha esforzado por conseguir.

La novela se divide en tres partes:

La primera: el Inframundo. Perséfone empieza a descubrir cómo funciona su magia y el reino de Hades y a preguntarse cómo encaja ella en él ya que su relación se complica cuando reaparece una antigua amante que hace flaquear la confianza que tiene en sí misma y preguntarse si realmente podría convertirse en su reina.

La segunda: Apolo. Cuando Perséfone está a punto de perder a un ser querido y el dios de la Muerte se niega a ayudar, la desesperación la lleva a aprender por las malas que negociar con los dioses es peligroso y tiene consecuencias muy graves.

Y la tercera: la consolidación de Hades y Perséfone como pareja. Entiendo que a nadie le sorprende este hecho ya que, quien más quien menos, conoce el mito.

Confieso que A touch of darkness me gustó más. Me pareció más romántico y tardé mucho menos en leerlo.

En A touch of ruin la relación de Hades y Perséfone entra en un nuevo nivel no exento de inseguridades derivadas de los celos y el miedo. Desde mi punto de vista, la relación entre ellos se me antoja infantil.

Puedo entender que Perséfone, que es joven y prácticamente acaba de empezar a vivir fuera del férreo control de su madre, se comporte así y cometa errores (de los que parece no aprender, por cierto), pero Hades es un dios que tiene milenios de existencia suficientes como para caer en el absurdo cliché de “me enfado y dejo de hablarte” y de “solucionamos las cosas en la cama en vez de hablando”.

Me gusta, me encanta, leer escenas apasionadas en los libros, pero aquí no tienen sentido del todo. En el primer libro parecía que no podían dejar de tocarse porque se gustaban, había tensión sexual entre ellos, etc, pero se suponía que la tensión ya se había resuelto y que estaban comenzando una relación seria. Me cuesta creer que en lugar de resolver sus problemas hablando, lo hagan en la cama después de haberla liado parda por no comunicarse.

Hades no para de declararle su amor, pero Perséfone aún sigue dudando y sintiendo que él no está a su lado del modo en que debería. Me resultó frustrante, tanto la actitud de ella como la de él. Me he pasado más de medio libro pensando… ¿qué haces? Le has prometido que no intervendrías. ¡La vas a liar otra vez! Y también… deja de darle espacio, te necesita a su lado. Explícale las cosas y las consecuencias que tendrían en lugar de prohibírselo. Así sólo consigues que haga lo que no quieres. Y os vais a perder el uno al otro ¡por idiotas!

Repito: frustrante.

También me pareció un desperdicio el personaje de Pirithous (o Pirítoo en español, por si os suena más). Para no spoilear, sólo diré que conocía su historia con Perséfone de la mitología griega y creo que Scarlett podría haberle sacado más chicha al personaje.

Lo que más me ha gustado de la novela han sido Hermes y Hécate. Son la clase de amigos que todos queremos tener. Dispuestos a animarte, consolarte y hacerte reír, a decirte las cosas como son y a ayudarte a lucir fabulosa.

Y también me ha gustado mucho cómo ha profundizado en el personaje de Apolo. Va a ser interesante ver cómo se desarrolla en el siguiente libro.

A pesar de todo, el libro está bien. Entretiene. No engancha tanto como el primero, cierto, pero te deja con ganas de que llegue A touch of Malice.