- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Título: El día que dejó de nevar en Alaska
Autor: Alice Kellen
Editorial: Ediciones Urano - Colección Titania Fresh
Páginas: 352
Año: 2017
Tras Nosotros en la luna (podéis
leer la reseña aquí) El día que dejó de nevar en Alaska es la segunda novela
que leo de Alice Kellen y os aseguro que se está convirtiendo en una de mis
escritoras favoritas.
La trama transcurre en un pequeño
pueblo de Alaska llamado Inovik Lake al que Heather, nuestra protagonista y
quien nos cuenta la historia en primera persona del presente, se muda huyendo
de su pasado en San Francisco por un póster que colgaba en la pared de su
habitación.
Nada más llegar, conoce a Caos, un
perro con el tiene una conexión muy especial, y a su vecino John, gracias al
cual consigue trabajo de camarera en el restaurante de Seth y Nilak. Poco a
poco Heather empieza a hacer su vida en Inovik Lake a pesar de que ella cree
que todo el mundo la quiere fuera de allí. A lo largo de la novela vamos
descubriendo que muchas de esas dudas están solo en la cabeza de Heather y que,
en realidad, sus nuevos amigos piensan que solo está de paso en Alaska porque…
¿quién va a preferir el frío helador de Alaska a la calidez de San Francisco?
Respecto a los personajes
principales, os diré que es muy fácil leer a Heather y su forma de contarnos su
historia. Su lenguaje es sencillo y ágil y engancha. Confieso que me ha costado
empatizar con ella en algunos aspectos porque, sinceramente, si alguna vez
necesito reconstruir mi vida no hace falta que me busquéis en un pueblo perdido
en medio de una nada llena de nieve porque jamás me encontraríais. Sin embargo,
es un personaje que me ha gustado mucho a pesar de sus clichés de chica que
huye por problemas del pasado y su afán de superación.
El personaje de John me ha gustado
mucho y me ha sorprendido mucho su historia también. Al igual que el personaje
de Annie, del que tenemos fragmentos de su diario intercalados entre los
capítulos que nos relata Heather. No me lo esperaba para nada.
Naaja no sé si me han terminado de
convencer del todo. Actúa como si conociera todo de todo el mundo y viese cosas
que los demás no ven en los demás. Demasiado halo de misterio.
Y luego tenemos a Nilak. Ay Nilak.
Me he reído muchas veces de lo poco comunicativo que es mientras aguanta las
peroratas de Heather, que parece ser incapaz de callarse. Al principio, parece
un personaje frío y borde, rozando lo antipático, pero poco a poco vamos viendo
que eso es solo un mecanismo de defensa porque, a pesar de lo callado que es,
tiene detalles muy tiernos. Se me partió el corazón al conocer su pasado. Y me
ha encantado la relación que va creciendo entre él y Heather.
El romance va muy poco a poco, pero
no se te hace pesado ni te impacientas por ello al leerlo, porque es de esas
historias que necesitan cocerse a fuego lento porque es la única manera de que
el resultado sea perfecto.
En resumen, El
día que dejó de nevar en Alaska es una historia romántica en muchos sentidos.
Llena de amistad, de segundas oportunidades y de superación. Como he dicho
antes, me ha encantado, y ya estoy buscando nuevas historias de Alice Kellen.
¿Me recomendáis alguna?
- Obtener enlace
- Correo electrónico
- Otras aplicaciones
Comentarios
Publicar un comentario